Mientras los estadounidenses debaten todo, desde ingredientes de pizza hasta candidatos políticos, hay algo que está tomando control del país silenciosamente y que nadie parece querer discutir: la diabetes. Esta epidemia silenciosa ya ha afectado a 38.4 millones de estadounidenses—eso es el 11.6% de toda la población. Pero aquí está lo más impactante: casi una cuarta parte de los adultos diabéticos ni siquiera saben que la tienen.
La diabetes ataca silenciosamente a 38.4 millones de estadounidenses mientras casi el 25% permanece completamente inconsciente de estar infectado.
Las cifras son asombrosas. Entre adultos, el 14.7% tiene diabetes, y empeora con la edad. Solo el 2.4% de adultos jóvenes la padece, pero ¿a los 75 años y más? Una de cada cinco personas. Es como un juego perverso de ruleta rusa donde las probabilidades empeoran cada cumpleaños.
Los niños tampoco están a salvo. Hay 352,000 casos entre niños y adolescentes, principalmente diabetes Tipo 1. Eso es aproximadamente la población de Tampa lidiando con inyecciones diarias de insulina y monitoreo de azúcar en sangre.
Luego está la prediabetes—la prima malvada de la diabetes que está tocando la puerta. Casi 98 millones de estadounidenses la tienen. Eso es el 38% de adultos caminando con una bomba de tiempo en su torrente sanguíneo. Para adultos mayores de 65, es casi como lanzar una moneda—el 48.8% tiene prediabetes. Muchos de estos casos están vinculados al síndrome metabólico, una colección de condiciones incluyendo presión arterial alta y exceso de grasa abdominal.
Las consecuencias para la salud son brutales. La diabetes fue la 8va causa principal de muerte en 2021, matando directamente a más de 103,000 personas y contribuyendo a casi 400,000 muertes. Enfermedad cardíaca, derrame cerebral, insuficiencia renal, ceguera, amputaciones—la diabetes no juega. Las salas de emergencia vieron 16.8 millones de visitas relacionadas con diabetes solo en 2020 entre adultos. A nivel mundial, la diabetes causa aproximadamente 6.7 millones de muertes cada año, convirtiéndola en una de las 10 principales causas de muerte del mundo.
El dinero habla, y la diabetes es costosa. El costo total alcanzó $412.9 mil millones en 2022. Las personas con diabetes gastan 2.6 veces más en atención médica que aquellas sin ella. Eso no es cambio suelto—eso es dinero de hipoteca.
El futuro se ve aún más sombrío. Algunas proyecciones muestran un aumento del 59.7% para 2025. A nivel mundial, estamos viendo 780 millones de diabéticos para 2045. ¿Los culpables? Poblaciones envejecidas, urbanización, obesidad e inactividad física—básicamente la vida moderna.
Lo que hace que esta epidemia sea particularmente insidiosa es su naturaleza silenciosa. Las personas caminan sin diagnóstico por años mientras la enfermedad daña silenciosamente sus cuerpos. La intervención temprana y los cambios de estilo de vida pueden prevenir o retrasar la diabetes Tipo 2, pero primero, las personas necesitan saber que están en riesgo.