medicamentos para la diabetes y obesidad

Aunque la diabetes tipo 1 y tipo 2 pueden parecer bestias completamente diferentes, los médicos están descubriendo que no son tan diferentes cuando la obesidad entra en escena. De repente, el mundo bien definido del manejo de la diabetes se vuelve complicado.

Aquí está el problema: los pacientes con diabetes tipo 1 que acumulan kilos extra comienzan a parecerse mucho a sus contrapartes con diabetes tipo 2. Desarrollan resistencia a la insulina además de su deficiencia de insulina existente. Es como tener dos problemas en lugar de uno, y francamente, apesta para todos los involucrados. La medición de la cintura proporciona una predicción más precisa de las complicaciones metabólicas que el peso corporal solo.

Pero aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Los investigadores están haciendo una pregunta audaz: ¿Qué pasaría si los medicamentos para la diabetes tipo 2 pudieran ayudar a estos pacientes obesos con diabetes tipo 1? Suena loco, pero la ciencia es realmente prometedora.

Tomemos los inhibidores SGLT2, por ejemplo. Estos medicamentos fuerzan a los riñones a eliminar glucosa en la orina en lugar de mantenerla en el torrente sanguíneo. También promueven la pérdida de peso y reducen la presión arterial. Suena perfecto, ¿verdad? Bueno, casi. Hay un inconveniente desagradable llamado cetoacidosis diabética que puede ser potencialmente mortal en pacientes con diabetes tipo 1.

Los agonistas del receptor GLP-1 ofrecen otra opción intrigante. Ayudan a regular el azúcar en sangre mientras promueven la pérdida de peso y reducen los riesgos cardiovasculares. Los estudios sugieren que incluso podrían permitir que los pacientes con diabetes tipo 1 usen menos insulina sin aumentar su riesgo de caídas peligrosas del azúcar en sangre.

Luego está la buena y vieja metformina. Ha estado presente desde siempre y ayuda con la resistencia a la insulina. Algunos médicos ya la prescriben fuera de indicación para pacientes obesos con diabetes tipo 1, aunque los resultados son variados. Los sensibilizadores de insulina como la metformina funcionan reduciendo la producción hepática de glucosa e incrementando la captación periférica de glucosa en estos casos desafiantes.

Las sulfonilureas, sin embargo, son básicamente inútiles aquí. Están diseñadas para estimular la producción de insulina de las células pancreáticas que los pacientes con diabetes tipo 1 ya no tienen realmente. Es como tratar de exprimir agua de una piedra.

Los beneficios cardiovasculares observados en los ensayos de diabetes tipo 2 son particularmente emocionantes. Los pacientes obesos con diabetes tipo 1 enfrentan mayores riesgos de enfermedades cardíacas, por lo que cualquier protección ahí podría ser revolucionaria. El monitoreo continuo de glucosa se ha convertido en estándar de atención para la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 1, independientemente del estado de peso.

¿La conclusión? Estamos entrando en territorio inexplorado donde los límites tradicionales entre los tipos de diabetes se están difuminando. Estos enfoques combinados podrían revolucionar cómo tratamos la diabetes tipo 1 con obesidad, convirtiendo lo que se siente como una situación imposible en algo manejable.

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