Los científicos han descubierto que una sola enzima podría ser la clave para prevenir algunos de los mayores asesinos de la humanidad. La enzima IDO1 actúa como un interruptor del sistema inmunológico, y cuando se activa, causa estragos en la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades.
Un solo interruptor enzimático podría ser la clave para detener las enfermedades cardíacas, la diabetes y otros grandes asesinos.
Así es como funciona. IDO1 produce un compuesto llamado quinurenina, que suena bastante inofensivo pero en realidad sabotea los macrófagos—las células inmunitarias responsables de limpiar el colesterol. Cuando estos conserjes celulares no pueden hacer su trabajo, el colesterol se acumula. Eso lleva a la aterosclerosis, enfermedades cardíacas, y una cascada de problemas que nadie quiere.
Pero aquí están las buenas noticias. Bloquea IDO1, y esos macrófagos vuelven al trabajo. Comienzan a procesar el colesterol adecuadamente otra vez. La inflamación crónica disminuye. El riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas se desploma. Las pruebas de HbA1c revelan el control de azúcar en sangre a largo plazo y ayudan a monitorear la progresión de la enfermedad.
Este descubrimiento importa porque la inflamación es básicamente la forma del cuerpo de hacer un berrinche—y a veces nunca se detiene. Esa inflamación persistente impulsa múltiples enfermedades crónicas, convirtiendo lo que debería ser una respuesta protectora en una fuerza destructiva.
La diabetes presenta su propia pesadilla inmunológica. La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmunológico ataca las células productoras de insulina. Los tratamientos actuales mayormente involucran suprimir todo el sistema inmunológico, lo que funciona tan bien como usar un martillo para arreglar un reloj.
Los investigadores encontraron algo mejor. La suplementación con IgM—esencialmente dar a los pacientes anticuerpos saludables de donantes—en realidad revirtió la diabetes en ratones. El tratamiento potencia la función inmunitaria regulatoria en lugar de apagar todo. Inteligente.
La diabetes tipo 2 crea diferentes problemas. Reduce los niveles de sulfuro de hidrógeno, interfiere con el número de macrófagos, y arruina la producción de citocinas. El control deficiente del azúcar en sangre empeora todo. Los pacientes diabéticos terminan con sistemas inmunitarios comprometidos, convirtiéndolos en blancos fáciles para infecciones.
¿El daño renal de la diabetes? Eso también es inflamación. ICAM-1 elevado y otras moléculas de adhesión predicen enfermedad renal. Bloquéalas, y la progresión de nefropatía se ralentiza.
Los científicos ahora están apuntando a múltiples vías simultáneamente. Inhibición de IDO1 para enfermedades cardíacas y diabetes. Terapia con IgM para destrucción autoinmune. Bloqueadores de moléculas de adhesión para protección de órganos. Mejor control de glucosa para restaurar la función inmunitaria. Nuevas moléculas no enzimáticas ofrecen monitoreo continuo de glucosa más estable sin depender de la actividad enzimática inestable. Apuntar tanto a IDO1 como a la óxido nítrico sintasa podría proporcionar opciones de tratamiento transformadoras para condiciones impulsadas por inflamación.
El sistema inmunitario y el metabolismo están más conectados de lo que cualquiera se dio cuenta. Arregla uno, ayuda al otro.