Mientras la mayoría de las personas piensa en la vitamina D como la «vitamina del sol» que mantiene los huesos fuertes, los investigadores han descubierto algo mucho más intrigante. Esta humilde vitamina podría realmente frenar en seco el desarrollo de diabetes en personas con prediabetes. ¿Y la evidencia? Bastante convincente.
Esto es lo que muestran los números. Niveles más altos en sangre de vitamina D se correlacionan con un riesgo de diabetes dramáticamente menor en diferentes poblaciones. Estamos hablando de una reducción del 24% en el riesgo de diabetes tipo 2 por cada aumento de 25 nmol/L en los niveles de vitamina D. Eso no es poca cosa.
¿Una caída del 24% en el riesgo de diabetes por cada aumento de 25 nmol/L de vitamina D? Esos números no mienten.
Pero aquí es donde se vuelve realmente interesante. Cuando los investigadores dieron suplementos de vitamina D a personas con prediabetes, la incidencia de diabetes se redujo entre 10% y 13% comparado con aquellos que tomaron píldoras placebo. Un estudio incluso encontró que las personas que tomaban suplementos de vitamina D sin tener deficiencia aún vieron una reducción del 12% en el desarrollo de diabetes. Ve a averiguar.
El punto óptimo parece ser dosis por encima de 2,000 UI diarias, que pueden reducir el riesgo de diabetes en un 16%. ¿Pero los verdaderos ganadores? Las personas que comenzaron con niveles extremadamente bajos de vitamina D—menos de 12 ng/mL—vieron su riesgo de diabetes desplomarse en un asombroso 62%. Ahora eso es lo que se llama una historia de regreso. Los patrones de dieta mediterránea combinados con suplementación de vitamina D muestran resultados aún más prometedores para el control del azúcar en sangre.
Noticias aún mejores: la vitamina D no solo previene la diabetes, en realidad puede revertir la prediabetes por completo. Aproximadamente el 48% de las personas con deficiencia de vitamina D y prediabetes regresaron a niveles normales de azúcar en sangre después de la suplementación. Nada mal para una simple vitamina.
La ciencia detrás de esto no es mística. Los receptores de vitamina D se ubican directamente en las células pancreáticas que producen insulina. La vitamina fundamentalmente ajusta la producción de insulina mientras hace que las células musculares, de grasa e hígado sean más receptivas a la insulina. Es como tener un mecánico metabólico trabajando bajo el capó. Un análisis exhaustivo de ocho ensayos que involucró casi 5,000 participantes confirmó estos efectos protectores contra el desarrollo de diabetes. La vitamina D también mantiene función mitocondrial normal, que es crucial para la producción de energía celular y la salud metabólica.
¿El problema? Los beneficios son mayores para las personas que tienen deficiencia de vitamina D y no son obesas. Aquellas con IMC menor a 25 responden particularmente bien a la suplementación.